Existen dos palabras que parecen estar relacionadas poder y liderazgo. Generalmente tendemos a la creencia de que tener liderazgo es poseer poder y pensamos que el poder nos hace líderes del control absoluto. El potencial humano es totalmente ilimitado a la hora de expresar tanto talento, sobre todo, cuando hablamos de ser líderes.
Unos líderes nacen otros se hacen a través de la experiencia y eso se debe a la calidad de las personas que nos rodean y los mensajes que nos trasmiten constantemente. No existe un manual o regla permanente que te auguren ser un buen líder, motivado a que las personas y los eventos que se enfrentan son únicos en tiempo y espacios.
El buen liderazgo genera ejemplo con ética y conocer los aspectos y características más relevantes de su equipo, motivándolos día a día en ser mejores, descubre sus fortalezas para engrandecerlas y sus debilidades para que desaparezcan, y de esta manera poder delegar en cada uno de ellos actividades en las que se sientan cómodos, brillantes en la productividad y efectividad del área que laboren.
Un líder vela por el bienestar de todo su equipo, ya que un talento humano feliz, genera experiencias gratificantes para todos los eslabones que conforman una empresa (usuario, recurso humano, empresario).
El liderazgo emerge cuando las acciones se fundamentan en el respeto a todos.
Milagros Ostos García
International Certified Coach
